“Dicen que hay juegos que nunca deberían jugarse…”
Esa noche, Lucas, Ana, y Diego encontraron un viejo libro cubierto de polvo en el sótano de la casa de la abuela de Lucas. Entre risas y bromas, pasaron las páginas hasta que encontraron algo extraño: El Juego del Espejo de Agua.
—“Solo necesitas un espejo y un vaso de agua,” leyó Ana en voz alta. —“Haz una pregunta y, si el reflejo cambia, obtendrás una respuesta…”
A los chicos les pareció una tontería, pero la curiosidad ganó. Colocaron el espejo en el suelo, vertieron el agua y apagaron las luces.
—“¿Hay alguien aquí?” —preguntó Lucas, medio riendo.
El agua tembló… pero no hubo respuesta.
—“Esto no funciona,” murmuró Diego, aburrido.
Pero cuando se levantaron para irse, Ana fue la primera en notarlo. Su reflejo… no se movió al mismo tiempo que ella.
—“Chicos… miren el espejo…”
El reflejo de Lucas sonrió… pero él no.
—“¿Qué demonios…?” —susurró Diego.
Sin previo aviso, los reflejos comenzaron a moverse solos, distorsionándose en formas imposibles. Uno a uno, comenzaron a ver figuras extrañas dentro del agua, como si algo estuviera tratando de salir.
—“¡Apaga la vela!” —gritó Ana, pero era demasiado tarde.
Ahora, cada vez que miraban un espejo, no veían solo su reflejo… sino algo… o alguien… observándolos.
Y lo peor… el juego nunca terminó.

No te olvides de compartir y también déjame un comentario.
Visita mi canal de YouTube .
Discover more from Mundo Paranormal
Subscribe to get the latest posts sent to your email.