El Caso Slenderman

Lo que estas a punto de leer es el extracto de una grabación de audio realizada por oficiales de policía mientras entrevistaban a un hombre que había perdido a su hija. Posibles victimas de Slenderman.

Cinta:

—Oficial: De acuerdo, ya estamos grabando. Thomas, ¿podrías empezar desde el principio?

—Thomas: ¿Estoy…?

—Oficial: Sí, Thomas, estás a salvo. ¿Podrías empezar desde el principio, para que podamos entender los hechos ocurridos?

—Thomas: Okay… Mi hija Jessica… había estado jugando afuera, en casa de una amiga que vive calle abajo… No, perdón, ella vive calle arriba.

Empezaba… empezaba a oscurecer afuera, así que llamé a los padres de su amiga para decirles que volviese ya. Entonces ellos me dijeron que ella ya se había ido como hace media hora. Bueno, su casa solo estaba a cinco minutos así que…

—Oficial: ¿Es aquí cuando saliste de tu casa para buscarla?

—Thomas: Sí. Vivimos en una zona boscosa… y sé que le gusta jugar allí con sus amigos, pero yendo sola no tenía sentido.

—Oficial: Okay, ¿y que pasó entonces?

—Thomas: Estaba gritando el nombre de Jessica y ya había oscurecido mucho. Estaba caminando entre los árboles, buscándola e intentando escucharla. Recuerdo que de repente me empecé a sentir mal, como con náuseas en el estómago, como si quisiese vomitar y los oídos me empezaron a pitar. Después yo…

*Silencio*.

—Oficial: ¿Thomas?

—Thomas: Esa… ¡COSA! ¡ERA UNA PESADILLA!

*Sonidos de llantos*.

Él… No… ¡ESO!… Tenía la ropa de Jessica… en una de sus manos…

*Sonidos de llantos*.

—Oficial: De acuerdo, ¿podrías describir su apariencia?

—Thomas: Era alto… Parecía que llevaba un traje, pero no había ninguna posibilidad de que aquello fuese humano. ¡No la había! Sus brazos le llegaban al suelo. Nunca había visto nada como eso. Su… cara…

—Oficial: Está bien, Thomas. Por favor, continua.

—Thomas: ¡Esa horrible puta cara mirándome! Pero… ¡No había ninguna cara! ¡No tenía ni ojos! ¡¿QUÉ MIERDA ES LO QUE VI?!

—Oficial: Thomas, por favor, calma…

—Thomas: ¡NO! ¡TE VI, HIJO DE PUTA! ¡Se llevó a Jessica! ¡Ahora viene a por mí! ¡No puedo dormir, no puedo vivir! ¡No sabes lo que es vivir así! ¡NO LO SABES!

¡¡¡OH DIOS, OH DIOS!!!

—Oficial: ¡Thomas, cálmate!

—Thomas: ¡¡¡AAAHHH!!!

*Se escuchan fuertes gritos*.

—Thomas: ¡Está justo detrás de ti!

—Oficial: ¡Que alguien llame a segurid…! ¡OH, DIOS MÍO!

*Sonidos de disparos*.

…

*Interferencia estática*.

*Silencio*.

*Sonidos de pasos no identificados*.

Cuando el personal de seguridad llegó a la escena, lo único que pudieron encontrar en la habitación fueron los dos dispararos en la pared que había hecho el oficial que se encontraba ahí. Thomas Nealy y el oficial desaparecieron misteriosamente esa misma noche de 1989 y nunca se les ha vuelto a ver.